lunes, 30 de septiembre de 2013

Hepatozoonosis canina

Hepatozoonosis canina Resumen por Gabriela Pérez Tort
La Hepatozoonosis es una enfermedad de gran difusión en los últimos años. Como sus hospedadores son la garrapata y el perro, la aparición de la enfermedad o la presencia del parásito en los perros se asocia al contacto con garrapatas.
Agente etiológico: El protozoario causal pertenece al phylum Apicomplexa, Hepatozoon spp. es un protozoario de los glóbulos blancos de los perros. Su transmisión ocurre por la ingestión de garrapatas que contengan ooquistes esporulados. En la actualidad se han identificado dos especies de Hepatozoon: H. canis es transmitido por Rhipicephalus sanguineus y H. americanum por Amblyoma maculatum. Entre H. canis y H. americanum hay diferencias de morfología, acción patógena, tropismo por distintos tejidos, y signos clínicos.
El H. americanum es mucho más patógeno y puede ser letal.
Afortunadamente en nuestro país tenemos H. canis, que es menos patógeno, y por lo general requiere la presencia simultánea de otra enfermedad infecciosa, parasitaria (toxoplasmosis por ej) o traumática para que se evidencien y además signos clínicos.
El perro se infecta cuando ingiere una garrapata que contiene ooquistes esporulados. Los esporozoítos se liberan en el tracto digestivo del perro, penetran la pared del intestino y son transportados por la sangre o la linfa al hígado, ganglios linfáticos, riñones, médula ósea y músculo donde ocurre la esquizogonia. Se producen numerosos merozoítos, algunos de ellos entran en los neutrófilos y monocitos y se transforman en gametocitos.
Cuando una garrapata ingiere una cantidad de sangre de un perro infectado los gametocitos se liberan en el intestino de la garrapata. Tiene lugar la gametogonia y la unión del microgameto y microgameto, se forma un cigoto móvil que se dirige al hemocele de la garrapata, tiene lugar la esporulación de los ooquistes que evolucionan hasta hacerse infectantes, Ooquistes esporulados esporulados es decir con esporozoítos , o sea infectatantes, en la cavidad de la garrapata y prosigue el ciclo.
Diagnóstico:
Diagnóstico presuntivo:
1. el contacto con garrapatas es imprescindible. Aunque el paciente no presente signos de enfermedad, el hecho de tener garrapatas ya es suficiente para buscar el protozoario, ya que
como ya dijimos en situaciones de inmunosupresión puede producir la enfermedad. No es necesario que el paciente tenga garrapatas en el momento de la consulta basta con el dato de anamnesis “tuvo garrapatas” para buscar la presencia del hemoparásito .
2. síntomas y signos:
Hipertermia
Anemia
Polidipsia /poliuria
Transtornos motrices de miembros posteriores
Postración (no paresia!!!!!!!!!!!)
3. .Radiografías:
Formación perióstica de hueso nuevo resultado posiblemente de la inflamación del músculo cerca de los puntos de inserción. La osteopatía está representada por proliferación perióstica diafisaria. Estas lesiones se dan más en animales jóvenes .
4. Hallazgos de laboratorio en Hepatozoonosis
Proteinuria
Anemia
Leucocitosis (siempre!!!!!!)
Aumento de FAS
Diagnóstico de certeza
La certeza diagnóstica se alcanza por visualización de los esquizontes en distintos órganos y tejidos pero sobretodo por el hallazgo de los gametocitos en los góbulos blancos. Estos pueden observarse desde el día 28 post infección si bien hay casos en que no aparecen hasta 40 días post infección . El porcentaje de parasitación es muy variable (de 0,5 a 90%) por lo cual se recomienda revisar 500 GB.
La sangre se extrae o de venas marginales o capilares (se realiza el frotis inmediatamente) o de la cefálica o safena con tubo de microhematocrito de modo tal de realizar una concentración de GB. para facilitar la visualización de los gametocitos. No conviene refrigerar la sangre.
Los frotis se pueden colorear por distintas técnicas: May Grunwald, Giemsa o con Giemsa o con T 15.
.En cuanto a los estudios de anticuerpos reactivos no se realizan en nuestro país pero en los realizados en la universidad Hebrea de Jerusalem se han comenzado a detectar , mediante inmunofluorescencia indirecta, IgM desde el día 16 al 39 postinfección e Ig G desde el día 22 al 43 post infección, sugiriendo que los anticuerpos se ponen en evidencia antes que los gametocitos aparezcan en sangre o incluso en ausencia de parasitemia.
Valoración del enfermo.
Hepatozoon puede ser un mero hallazgo o responsable de una enfermedad severa, una correcta valoración del enfermo nos permitirá planificar una terapia sostén adecuada











Tratamiento:
􀂙 Sostén:
El tratamiento sostén puede variar según cada caso, de acuerdo a la valoración del enfermo, puede llegar hasta la transfusión de sangre fresca cuando la anemia es muy importante (hematocrito menor a 20). En general se utilizan elevadores de las defensas que tienden a evitar una presentación aguda o fatal de la enfermedad. Para elevar las defensas se pueden utilizar Timomodulinas por vía IM una vez a la semana.
En caso de insuficiencia renal será importante realizar cultivo de orina e investigación de leptosporosis ya que es frecuente que las enfermedades se presenten en forma simultánea.
􀂙 Específico: Se deberán tratar todas la/s enfermedad/s que el paciente padezca.
Específico sobre Hepatozoon: Diversas drogas se han preconizado para el tratamiento con resultados variables, de mejor éxito el fosfato de primaquina (no disponemos de esta droga en Argentina ) la otra con eficacia marcada es el Toltrazuril que resulta ser efectivo a la dosis de 14 mg /kg a 20mg/kg de peso durante 7 días, se administra por vía oral, una toma por día son mejores las formulaciones preparadas. La utilización de formas comerciales que no son para caninos producen efectos indeseables (naúseas, neumonía por aspiración, etc). En cuanto a la duración del tratamiento, cuando este se realiza durante menos tiempo que el aquí indicado, produce eficacia clínica pero no logra negativizar al paciente.

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